Desde 1997 he dedicado mis obras a la difusión de la música clásica y la ópera entre todos los públicos, dirigiéndome muy especialmente a los niños a través de sus educadores (padres, profesores...). A lo largo de los años, mis contenidos han ido tomando diferentes formas al ritmo de la transformación digital. Así, tengo más de 30 títulos editados, incluida la colección Cuéntame una Ópera, que fue pionera en su género.
A partir de 2017, atenta a la realidad de la transformación digital y defraudada por el injusto trato a los autores en la web 2.0, me intereso por el Internet que viene. Investigo cómo podemos adoptar mejor las nuevas tecnologías para comunicarnos sin perder derechos fundamentales como la privacidad, la propiedad intelectual y la libertad de expresión. Así es cómo me vi envuelta en la revolución tecnológica del Blockchain, iniciando mi camino hacia el Internet del Valor.
Hoy sigo apoyando la misión educativa de toda mi obra, como colaboradora en Mirlo Studio, y sigo abierta a apoyar a nuevos artistas independientes en la defensa de sus derechos en la red.
En 2024 abro un tiempo de reflexión antes de afrontar nuevos proyectos creativos.
